Ruleta Tuxtleca

Ángel Bravo Martínez

Los Tuxtlas; en el caos financiero

Las inclemencias del tiempo que han azotado las últimas semanas a nuestra región y que mantiene en un vilo a miles damnificados, por que no les ha llegado ningún tipo de apoyo más que una simple despensa, cuando lo perdieron todo al ser arrastrados por las corrientes pluviales e inundaciones, puso al desnudo la irresponsabilidad financiera con las que se han conducido en la presente administración.

También evidencia la corrupción, ya que en estos presuntos malos manejos económicos se llevaron entre las patas los recursos de las partidas presupuestales para hacer frente a todo tipo de contingencias ambientales.
Hoy, son varios los responsables de las unidades municipales de protección civil que prácticamente están maniatados de manos y, poco o casi nada, pueden hacer para proporcionar lo más elemental a las miles de familias afectadas por los meteoros.

No hay dinero en las arcas públicas municipales ni para gasolina para mover las unidades y llegar a los núcleos afectados, en los lugares donde todo es inmundicia por que los drenajes se mesclan con las aguas turbias de la lluvia, la gente, pero principalmente los ancianos y los niños piden agua, comida y atención médica y desgraciadamente muchos se han quedado con la mano extendida, que bueno que las muestras de solidaridad de los ciudadanos y las diversas organizaciones no gubernamentales para con nuestros hermanos en desgracia, medio permiten que salgamos del atolladero al aportar víveres, medicinas, ropa y calzado.

En los últimos días en diversos pasillos y oficinas de algunos de los palacios municipales de Los Tuxtlas y los bajos Llanos del Sotavento, se escucha todo tipo de quejas y lamentaciones, con agregados de recordatorios de 10 de mayo entre los funcionarios financieros y los rescatistas que hacen eco entre los damnificados y obliga a algunos alcaldes alzar la voz en tonos desesperados hacia los principales funcionarios de la federación para que de una vez por todas liberen los recursos.

Es el caso de la alcaldesa de Rodríguez Clara, Amanda Gasperín Bulvarela, reconoció que no cuenta con recursos para hacer frente a las eventualidades de su municipio, culpando directamente al Gobierno Federal del desastroso panorama financiero que se vive desde hace tres meses en toda esta comarca.

Su esposo Rafael Rodríguez González, es el Diputado Federal y ni así ha podido hacer algo al respecto, ya se podrá imaginar usted la delicada situación por la que atraviesan sus homólogos.

No son pocos los municipios en los que sus administradores sufren las de Caín al tener prácticamente en bancarrota sus finanzas públicas.

Esto ocasiona malestar e inconformidad entre los diversos proveedores de los ayuntamientos tuxtlecos por que no les pagan sus facturas y solamente los traen vueltas y vueltas desde hace más de tres meses.

Se vive un completo desmadre en más de tres ayuntamientos, los caminos de terracería que comunica con numerosos poblados, comunidades y rancherías están completamente destrozadas por lo que es casi seguro que antes de que finalicen estas administraciones se viva todo un desgarriate, pues algunos líderes campesinos advierten que movilizaran a miles de sus agremiados frente a palacio para que sean atendidos en sus demandas y más que nada para desenmascarar a la primera autoridad quien se ha parado el cuello y ha hecho caravanas con sombrero ajeno ante los medios de comunicación, en el sentido de que en tiempo, en forma y eficientemente, durante y después de la contingencia, se brindó lo necesario a las familias afectadas, cuando en realidad fueron los propios campesinos quienes extendieron su mano solidaria a los damnificados en los momentos de la desgracia vivida.

¿Que funcionario Federal o del Estado se atreverá a investigar donde estas esos dineros, disque etiquetados para las contingencias?

¿A que cuenta bancaria o que cartera de munícipe engrosó esos dineros?
Alguien tendrá que dar la cara tarde que temprano y pagar sus fechorías.